Más Haqq del rabino `Oḅadyah Maimūnī

No dejes que tu intención (himma) decaiga al ver la dificultad y lejanía de la tarea. No digas que eres prisionero de la lujuria, la ira, el hambre, la sed, el calor, el frío, el miedo o la enfermedad, debilitando así tu resolución de buscar. En lugar de ello, fortalece tu determinación, trabajando duro en tu esfuerzo, porque quien persevera en esta búsqueda es un verdadero hombre (al-insān `ala l-ḥaqīqah), acerca de quien David ha dicho: 'Feliz el hombre cuya fuerza está en Ti, en cuyo corazón son las carreteras”. (Sal. 84.6), “Feliz el pueblo cuyo Dios es YHVH”. (Sal. 144.15) Es apropiado que este versículo esté en singular porque esta búsqueda es preocupación exclusiva del individuo. Pero el que permanece negligente (en esto) es considerado hombre muerto, (Ned. 64b) (Capítulo 2.19-20)

No existe predeterminación (jabr) y por ello el hombre debe cerrar sus pensamientos a todo y despertar su intelecto, dedicándose a él ya que es el vínculo (wuṣla) entre él y su Creador. Si pensara continuamente en ello, no dejaría de encontrarlo, como ha dicho el profeta: Busca a יהוה mientras puede ser encontrado... (Is. 55.6) Si un individuo permaneciera firme y perseverara continuamente hasta alcanzar este estado. , entonces los fenómenos que antes le estaban ocultos a él y a los demás, le serían revelados. La voluntad de la Razón fortalecerá y revelará lo que está inscrito en la Tabla (al-Lawḥ)... [el alma] no tiene bienaventuranza duradera a menos que esté acompañada por la Razón. (Capítulo 6.37-41)

La razón es el vínculo (wuṣla) entre el Creador y Sus criaturas... Considera cómo la leche fluye del pecho de la madre lactante cada vez que piensa en su lactancia; aunque éste no esté con ella, su compasión es movida "como un padre tiene misericordia de sus hijos". (Sal. 103.13) De manera similar, al encontrar una afinidad mutua (munāsaba) con cierto individuo, la Razón permanecerá con este último y nunca lo abandonará: “Estaré con él en la adversidad (Sal. 91.15) “No temas porque yo Estoy contigo (Is. 43.5) “cuando pases por las aguas, yo estaré contigo” (ibid.2) Estad pues atentos a esta noble disciplina y dedícate a ella todo tu tiempo… (Capítulo 1.9-14)